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viernes, 5 de noviembre de 2010

¿Cómo saber? Opinión

¿Cómo saber?

Cortesía de Pixabay - Foto: Peter H



¿Cómo llamar a ese caminar que me lleva a ningún sitio, a vagar por los espacios de la mente, queriendo ejercitar una facultad cercana al pensamiento que se estremece entre cárceles de imágenes, sonidos, palabras y sentimientos?
¿Cómo expresar, las siluetas que sórdidas, como perdidas, afloran a esos caminos, preguntándome si su mano en la mía, calmará mi ansiedad de vivir?
¿Cómo caminar en la realidad de mis días, si no encuentro un horizonte donde poder llorar?
¿Cómo volver al día en que supe, que no sabría más?


© francisco javier costa lópez

domingo, 29 de agosto de 2010

Edmundo de Amicis. ¿Conoces Quién Es? Personaje 3

Conoce al Creador del Personaje de Marco...



 


Edmundo de Amicis (Oneglia 1846 – Bordighera 1908), se distinguió desde bien joven por su sentido patriótico y por su amor a las costumbres y tradiciones italianas, lo que le llevo posteriormente a marcar su trayectoria literaria. Una vez cursados los estudios secundarios en el liceo (algo así como un instituto) de Turín, y con tan sólo dieciséis años, decidió seguir la vocación militar, por lo que se alistó en el ejército, siendo destinado a Módena, donde a la edad de diecinueve años, se convirtió en uno de los oficiales de infantería, más jóvenes de la historia, participando en la trascendental batalla de Custoza (24 de junio de 1866). Es importante conocer, que por aquel entonces, la Italia que ahora conocemos, era un Reino de corta vida (poco más de cinco años), y que los movimientos políticos y bélicos en centroeuropa, marcaban mucho el ansía del nuevo reino, máxime teniendo en cuenta que la región del Véneto, cuya capital es Venecia, estaba en manos de Imperio Austríaco, lo que originó la batalla en cuestión, apelando más al heroísmo patriótico, que a una buena formación castrense. Toda esta argumentación, sin duda, influyó en el espíritu patrio de Edmundo, que pasó a dirigir la revista de corte militar «L’Italia Militare» (1867), motivo este que le permitió publicar en ella distintos artículos, impregnados de su apego militar y amor patrio, consiguiendo un gran éxito de crítica, lo que animó al autor, a publicar una recopilación de ellos, bajo el título de «La vida militar» (1868). Cuando las tropas italianas, victoriosas de Napoleón III, entraron en Roma (1870), Edmundo, decidió retirarse del ejército para dedicarse a la literatura y periodismo. Fruto de ello, fueron dos obras de gran aceptación: «Novelas cortas» (1872) y «Ricordi del 1870-1871» (1872), que volvieron a significar un éxito de público. Al poco entra a formar parte como corresponsal, del prestigioso diario florentino «La Nazione», con el que efectuará varios viajes por Europa, publicando sendos libros con las impresiones de sus viajes, entre los que cabe destacar: «Spagna» (1873), «Ricordi de Londra» y «Holanda» (1874), «Marruecos» (1876), «Constantinopla» (1878) y «Ricordi de Parigi» (1879).

La publicación del libro «Spagna» (España “Diario de viaje de un turista escritor”), por la editorial Barbera, de Florencia, fue un éxito editorial en la Italia que se entronizaba en el «Risorgimento», coetáneo de la Restauración española. Se tradujo a diversos idiomas, convirtiéndose en un aclamado libro de viajes, al estilo de las hoy tan en boga guías turísticas, aunque evidentemente, con una mayor calidad literaria. Cuatro años tardó en efectuarse la primera traducción al castellano, que data de 1877, debida a Augusto Suárez de Figueroa, aunque posteriormente, la efectuada por Hermenegildo Giner de los Ríos en 1884, tuvo mayor repercusión. A continuación dejo unas líneas de este libro, que habla de las calles y gentes de Madrid:


  • “Por todas partes una densa muchedumbre en continuo movimiento, un ensordecedor griterío, un no sé qué de festiva alegría en los rostros, en los gestos y en los colores, de tal manera que no parecen extranjeras ni la gente, ni la ciudad. Le entran a uno ganas de mezclarse en aquel estrépito, de saludar a todos, de correr por todas partes para reconocer cosas y personas (...) en las tiendas un incesante trajín; los cafés abarrotados, y por todas partes el bullicio de una gran ciudad (...) alegres plazas y encrucijadas llenas de gente para regresar finalmente a la fonda, diciéndome que Madrid es grande, alegre, rico, populoso, simpático (...)”.


Debido a su viaje a España, tuvo relación con ilustres personajes de la época, tanto del mundo literario como político, encontrándose entre los primeros a Benito Pérez Galdós, Armando Palacio Valdés, Eduardo Saavedra y Aureliano Fernández-Guerra (ambos últimos pertenecientes a la Real Academia Española), y entre los políticos, sobre todo Emilio Castelar, con los que mantuvo gran amistad y una relación epistolar por medio de varios cruces de cartas.



Entresaco lo siguiente:


  • “… Todo esto estaba pensando decirte un día con su gratísima carta en la mano, cuando me sorprendió su precioso libro “Spagna”, que no se me ha caído de las manos hasta haberlo devorado todo hasta el fin. ¡Qué admirable composición! Es como un retrato de un pintor consumado, que embellece el rostro sin faltar al mas rigoroso parecido. ¡Qué vívido color en todas las descripciones, qué ingeniosidad en los juicios, qué dulzura en las impresiones! Ha querido V. consagrar una línea que me fuera grata á mi amistad, y ha tocado delicadamente la fibra de mi amor paternal perpetuando el recuerdo de la bambina del signor Saavedra, que agradezco mas que una biografía panegírica en dos capítulos. …” 
(Carta de Eduardo Saavedra a Edmundo de Amicis, escrita el 3 de julio de 1873).


  • “… He devorado su libro sobre España: Tiene V. un pincel de fuego y de luz clarísima para pintar con verdad pasmosa, con ingenuidad noble, con exactitud honrada, cuanto ve y cuanto siente. Yo no he visto una manera de sentir mas delicada: cuando le recuerdo á V., cuando le leo me figuro á Cervantes redivivo, en el Abril de su existencia. …” 
(Carta de Aureliano Fernández – Guerra a Edmundo de Amicis, dirigida desde la Academia Española, sita en Valverde 26 – 2º, de Madrid, el 10 de julio de 1873)


  • “Querido amigo mío:
    me ofende V. preguntandome si me acuerdo del escritor insigne, del ameno literato, del patriota entusiasta, del amigo de España con quien tanto departí en Madrid. Habiendolo olvidado, si esto fuera posible después de haberle conocido, demostraria tener mal corazon y mal gusto. …” 
(Comienzo de la carta dirigida a Edmundo de Amicis, escrita por Emilio Castelar, desde Florencia el 26 de septiembre de 1874).


Emilio Castelar


(Citas: “Cartas de españoles a Edmundo de Amicis: Aportación al conocimiento de las relaciones literarias Hispano-Italianas en la segunda mitad del XIX” de María de las Nieves Muñiz Muñiz).
(Nótese la irregular ortografía de las cartas, debido a que: “La ortografía de los originales ha sido rigurosamente respetada” Nota de la autora).



Se aventuró también en la poesía, publicando en 1881 el libro «Poesías», y ahondando en su pasado periodístico, publicó recogidas en un libro, una serie de entrevistas a personajes de la época, relacionados con el mundo de la literatura, y al que tituló «Retratos literarios» (1871).

Asentado en bases pedagógicas y moralistas, unidas por una ética férrea, que recuerda su pasado militar, se dispone a abordar dos de sus obras cumbres: «Los amigos» (Gli amici, 1883) y sobre todo,



Portada del libro, editado por Círculo de Lectores S.A.
Edición de agosto de 1969. Ilustración de Ballestar.


«Corazón» (1886), cuento estructurado en forma de diario, escrito por un alumno durante un curso escolar, que rebosa del espíritu ingenuo y lleno de bondad de su autor. Cabe resaltar sobre este libro, sus cuarenta ediciones el primer año de su publicación, y sus más de cien en el periplo de tres años, incluyendo las traducciones (generalmente todas las europeas).

«Corazón» significó en la Europa del XIX, un libro de ética perfecta, un manual para la gente menuda, en el cual aprender el espíritu del sacrificio y el comportamiento cívico, que por aquel entonces, era común en el continente. Hoy revisiones demagógicas, en aras de un nuevo puritanismo “más liberal” (…), conceden el obsoletismo a las virtudes tradicionales que imperan en el libro. Mi opinión personal, es que se trata de un libro que debiera de seguir leyéndose en las escuelas (como se hizo durante muchos años, a nivel europeo), aunque se tilde de ñoño o de ideas anticuadas, pero sirve indudablemente para la reflexión.

Imagínense ustedes un buen mecánico de coches, sin conocer la historia del automovilismo. A unos les parecerá gracioso evocar como se arrancaban los primeros Ford, les sonará a cine cómico, pero para el mecánico será una seña de identidad. Ahora les dejo un fragmento del libro:


  • “Hace muchos años, un muchacho genovés, de trece años, hijo de un obrero, fue de Génova a América, sólo para buscar a su madre.Esta había ido, dos años antes, a Buenos Aires, capital de la República Argentina, para ponerse al servicio de una casa rica y ganar así, en poco tiempo, algo con que levantar a la familia, la cual, a causa de varias desgracias, había caído en la pobreza y tenía muchas deudas. No son pocas las mujeres animosas que hacen tan largo viaje con aquel objeto, gracias a los buenos salarios que allí encuentra la gente que se dedica a servir, y la cual vuelve a su patria, al cabo de pocos años, con algunos miles de liras.”


(Cita: «Corazón» (1886). Edmundo de Amicis. Editorial Círculo de Lectores S.A. Edición no abreviada. Edición agosto de 1969. Texto: Cuento mensual del mes de mayo: «De los Apeninos a los Andes» página 199).



 


Comentar sobre este cuento, que dio pie a una serie de dibujos animados de gran éxito en España, pese a ser un tanto fría debido a la estética de los dibujos japoneses: «Marco».

No había de pasar mucho tiempo, para que sus experiencias, auspiciadas por su formación ética y moral, le llevaran a un acercamiento a la precaria sociedad popular, que demandaba un ejercicio de apostura por sus intereses y problemas, por lo que se afilió al partido socialista, como medio de luchar efectivamente contra el infortunio de los más humildes, ayudándose de textos de marcado carácter reivindicativo y de denuncia, que hicieron mella en la sociedad italiana. «Sobre el océano» (1889), dura denuncia sobre la forma de vida de los emigrantes italianos; «Memorie» (1889), sobre su hijo Furio, que inspiró su composición «Corazón», y que murió suicidándose; «La novela de un maestro» (1890), escrito en un inusual tono de desesperanza y temor; «Fra scuola e casa» (1892); «Questione sociale (Cuestión social)» (1894), una vuelta al tono esperanzador y sensible, en un acercamiento a la sociedad; «La maestrita de los obreros» (1899), en esta obra, conjuntamente con «La novela de un maestro» y «Fra scuola e casa», se analizan los problemas por los que pasaban las escuelas del pueblo, faltas de medios y maestros; «El coche de todos» (1899), donde se recogen sus experiencias de acercamiento a los estratos más humildes de la sociedad, que le llevan a comprobar las desdichas y sufrimientos de sus gentes, a lo largo de más de un año de viajes hacia los lugares visitados, en tranvía; en una de sus últimas obras «L’idioma gentile (El idioma gentil)» (1905), se ensalza la lengua italiana y se declara un enfervorizado amor por los valores ancestrales, tradicionales y culturales de la patria.

Edmundo, fue ese tipo de persona, que no haciendo ostentación de sus virtudes, llegó a muchos corazones, mediante contacto personal, o por medio de sus afortunados escritos, y añado, que la lectura de su libro «Corazón», es un ejercicio reivindicativo de las buenas costumbres, aquellas que no debieron de olvidarse, y recordatorio de que, las que hoy “deberían” de usarse… cada vez se usan menos, para nuestra desgracia.

© francisco javier costa lópez

  • Nota: los © de los textos citados, corresponden a sus autores, y se insertan aquí con el mero sentido de ampliar la información facilitada.


jueves, 5 de agosto de 2010

Barbra Streisand. Send in the clowns. Los Mejores Vídeos Para Ti

Una Voz Maravillosa...








La divina y maravillosa Barbra (antes Barbara), en una actuación en directo, en la que emplea una portentosa voz, para deleitarnos con esta canción, sacada del célebre 
musical "A Little Night Music", 
que ha sido multitud de veces versionada, con más o menos fortuna,
pero en mi opinión, la versión de Barbra Streisand, es
simplemente sensacional.



Calificación:

domingo, 1 de agosto de 2010

Romance al Ocaso. Mis Mejores Poemas Para Ti. Poema 33

El Ocaso es Como la Paz...



Cortesía de Pixabay.com - Foto: Oleg-Slinko




Romance al Ocaso




Ya te vas al infinito
perdido entre los mil ojos
que bajan de las montañas
curando penas al ahogo.

No quiero de mí tu marcha,
que mi penar toca fondo
disuelto en el leve cantar
de tus afilados blondos.

Ya te vas a las fronteras
en corcel de fino cono,
de cuchillo y sed de mi ayer,
calzado de fuego y rojo.

Ya te vas con la luz tuya
y el silencio decoroso
de tus pájaros dorados,
en la cima del destrozo.

Donde el vidrio es la tormenta,
y a vivir nazco dudoso,
aquí la serena vejez,
es del mar luces y zorros.

Vivo en la feroz quimera,
de fingir amargos votos
en las aladas alburas
del camino engañoso.

No pierdas tu aliño doncel,
en el muro de los tronzos,
que sin flores enmudece
los sueños de verdes copos.

Ya te vas con aire bruno
y labios azul brilloso,
a picos de negros duendes,
siempre entre negros sollozos.

Y por más que lloro a solas,
tu olvido cae más doloso,
cuanto más miro mi llaga,
donde el juicio yace sólo.

Me agito cual vil ventisca,
entre las sombras de escollos,
quejosamente al ocaso
que esparce brillos fastuosos.

Sus infortunados días,
al talle gris de los chopos,
bajan mordiendo cortezas,
mientras acosan los lobos.

Pobre sol, de ocasos muerto,
de breves recuerdos rotos,
de sueños acuchillados
y de luces imperioso.


© francisco javier costa lópez

martes, 27 de julio de 2010

Creencias. Opinión

Creamos Pero Creamos Por Convicción...








Una de las cualidades humanas más vilipendiadas es el creer.

Nos educan con creencias, que unas veces han caducado y otras están en vías de demostración. Y esto nos confunde en el crecimiento, forjándose una forma de actuar, de pensar, que difiere claramente de la realidad. Llegamos a ser adultos, y creemos por inercia. Si nos preguntaran en que basamos cada uno de nuestros credos, no sabríamos responder en la mayoría de los casos.

Creemos que la fortuna nos sonreirá en algún momento, y aún siendo bueno para mantenernos en pos de ella, olvidamos la decrepitud del prójimo, bastante alejado de tales ansias, en un infortunio permanente. Creemos en la longevidad de nuestros días, y ello también es bueno, porque nos trae esperanza, pero olvidamos la muerte prematura a la que se encuentran abonados, millones de humanos. Creemos ser nobles, prudentes, compasivos, y es bueno para el alma esta búsqueda, pero a la primera chispa discordante, nos volvemos falsos, insensatos, inhumanos.

Todos creemos en algo, pero somos débiles y no esperamos mucho, tenemos ansiedad y una fe en delicado estado de salud. Y ahí, radica el problema: nos han enseñado a creer en multitud de cosas, la mayoría superfluas y anticuadas, sin valores ni éticos ni morales, ni de ninguna clase, mas, no nos han enseñado a tener fe, primero en nosotros mismos como entes autónomos que somos, y después como seres que pertenecemos a una comunidad maravillosa, por su variedad y por sus primitivas y nobles creencias: la humana.


© francisco javier costa lópez

miércoles, 7 de abril de 2010

Isaac Peral. Murciano Ilustre

El Inventor Del Submarino de Guerra




Isaac Peral


Casco del submarino Peral, expuesto en la explanada de su ciudad natal,
Cartagena. © (foto) 01.04.2007 francisco javier costa lópez



Muchos antes que Isaac Peral, (Cartagena (Murcia, España) 1851, Berlín 1895), intentaron construir algún tipo de nave que pudiera navegar sumergida, sobre todo con fines militares, para hacer valer su factor sorpresa, pero lo que hoy conocemos como submarino, no fue tarea fácil para los ingenieros, que debieron de vencer multitud de obstáculos para llegar a las hoy sofisticadas y tecnológicas naves de inmersión.
El hecho concreto, es que Isaac Peral, construyo el primer submarino empleado con fines militares, que en 1890, disparó con éxito el primer torpedo de la historia. El costo total de construcción, ascendió a la cantidad de 299.500 pesetas, es decir, 1800 euros en la actualidad.




Esquema básico de un submarino

Esquema de un submarino de la Segunda Guerra Mundial

Inmersión - Emersión de un submarino

Submarino de la Armada Española




LEYES FISICAS DE SU FUNCIONAMIENTO

Los submarinos se rigen por el principio de Arquímedes que dice: todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta una fuerza vertical y hacia arriba que es igual al peso del líquido desalojado.


Los submarinos se sumergen o flotan en el agua según aumente o disminuya su peso, pero el volumen no se altera.

Su peso se modifica muy fácilmente inyectando agua en el interior mediante unas bombas mecánicas para que su densidad sea mayor que la densidad del liquido y consiga hundirse o expulsando el agua mediante esas mismas bombas para que la densidad del submarino sea menor que la del liquido (la del agua del mar vale 1030 kg/m3) y suba a la superficie. Esta agua se alberga en unos compartimentos especiales (llamados tanques), que se hallan en el interior del casco del submarino o entre sus paredes.


Con el paso del tiempo, las grandes potencias, han invertido en el estudio y diseño de estas naves, enormes cantidades de dinero, siempre con la meta de ser los primeros en este tipo de carrera armamentística y dominar los océanos. Pero tales grados de sofisticación tecnológica, no impidieron que el 3 ó 4 (no hay acuerdo entre las dos naciones en cuanto al día exacto) de febrero de 2009, el moderno submarino nuclear británico "HMS Vanguard", (dicen los expertos que es de máxima seguridad), chocó en las profundidades del Golfo de Vizcaya, con el también submarino nuclear francés (también garantizado como seguro) "Le Triomphant", con la gran fortuna para todos los mortales, que no pasó a mayores, y sólo tuvieron daños en el casco, aunque en el caso del navío francés, los gastos de reparación ascendieron a 56 millones de euros. Pero no se asusten, comparativamente, es como si usted hubiera rozado el paragolpes de su vehículo, ya que el costo total de cada una de estas "bestias" es de 4 282 millones de euros. Por cierto, cada submarino era portador en el momento de la colisión, de 16 misiles balísticos, de una capacidad por misil, de 110 Kt (kilotones), once veces superior a la bomba nuclear que se utilizó para devastar Hiroshima, o sea, un total de 1760 Kt., 176 veces mayor, que la referida bomba.

Una explosión nuclear, hubiera causado millones de muertos, la desaparición de miles de ciudades, la contaminación y la extinción durante miles de años, de la flora y fauna de gran parte de este océano, en definitiva, hubiera sido la mayor catástrofe desde que el hombre existe en la Tierra.
¡Ah! se me olvidaba: - son países aliados - (también de España, por ser de la OTAN). Demos gracias. Aún podía haber sido peor.





© francisco javier costa lópez

sábado, 3 de abril de 2010

Plaza de Santa Eulalia. ¿Qué Fue de...? Memoria Gráfica De Murcia

La Plaza del Monumento al Escultor Salzillo...



El monumento al gran escultor Francisco Salzillo, rodeado por un jardincillo de lo más coqueto y, que por desgracia, ha desaparecido en la actualidad, presidía el entorno de la entonces céntrica plaza de Santa Eulalia, en una foto fechada en 1908.

Vista actual de la plaza, donde se observa la -solitaria- estatua de Salzillo, ¡qué añoranza del antiguo jardín!, y la fachada de la iglesia que da nombre a la plaza,
la Iglesia de Santa Eulalia.

lunes, 22 de marzo de 2010

Stevie Wonder. The secret life of plants. 1979. Las portadas de mis Vinilos

Nunca Se le Ha Cantado Mejor a las Plantas...



Portada de esta maravillosa composición, considerada una obra clásica contemporánea. Se publicó en el año 1979, y constituyó un éxito inmediato. En verdad, que méritos no le faltan



El Genio, somo se le conoce en el mundo entero, Stevie Wonder, ciego desde la infancia y,
un magnífico compositor y cantante



Calificación:

Cosas Grandes. Y Tú ¿Qué Dices? Frase 32



Luc de Clapiers, Marqués de Vauvenargues
Foto: Wikipedia
          
      
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Para alcanzar cosas grandes, debemos vivir como si nunca fuéramos a morir.



Marqués de Vauvenargues

domingo, 14 de marzo de 2010

La muerte ¿Un destino? Opinión

Esperemos que sea lejano...





Algunos, la mayoría quizás, piensan que morir es una tragedia. Desde mi punto de vista, no lo veo así. El hombre, estructuralmente, es un ser limitado, que con el tiempo envejece; es vulnerable a otros organismos vivos más elementales, a la vez que peligrosos; se organiza mal (universalmente hablando) y acumula tras de si, detritus, agresiones y abandono del medio, destruyendo su hábitat natural.


Y al igual que cualquier viajero, se constituye en transeúnte de los caminos que la vida marca o sugiere. Pero el fin de cada viajero, es llegar a su meta.
Por ello debemos de entender la vida como un viaje, y la muerte como su destino.
Sólo lo que hagamos en vida, lo que podamos cargar en el corazón que nos alienta, será el libro que hable de nuestro paso y nuestra huella.

© francisco javier costa lópez

viernes, 15 de enero de 2010

La Telaraña. Mis Mejores Poemas Para Ti. Poema 32

Nuestra Vida Es Como...



Cortesía de Pixabay.com - Foto: Hans Braxmeier




La Telaraña




Nuestra vida es un bosque espeso,
denso de oscuridades,
con el clamor de un interior
que vive nuestros días
en un murmullo de coral.
Y somos leñadores
de crepúsculos y árboles,
cada día una vez más,
y aprendemos de su infamia,
que no hay árbol ni crepúsculo igual.

Así, cada día,
la difusa luz de fantasías coloidales,
regala ilusiones y nos roba un árbol
sacrificando delirios por errantes sueños
como bailes en un templo de cristal.

Qué sería nuestro discurrir
si en un horizonte lejano
dominado por el búho gris,
a través de la telaraña
no viéramos el mundo en su punto crucial.
No quise ceder el hacha
ni explicar cual mi sufrir fue,
codicié saber de fortunas,
aspiré olvidar penitencias,
para al final sólo enseñarte
que una simple telaraña
me dio vida inmortal.


© francisco javier costa lópez