Nuestra Vida Es Como...
Cortesía de Pixabay.com - Foto: Hans Braxmeier |
La Telaraña
Nuestra vida es un bosque espeso,
denso de oscuridades,
con el clamor de un interior
que vive nuestros días
en un murmullo de coral.
Y somos leñadores
de crepúsculos y árboles,
cada día una vez más,
y aprendemos de su infamia,
que no hay árbol ni crepúsculo igual.
Así, cada día,
la difusa luz de fantasías coloidales,
regala ilusiones y nos roba un árbol
sacrificando delirios por errantes sueños
como bailes en un templo de cristal.
Qué sería nuestro discurrir
si en un horizonte lejano
dominado por el búho gris,
a través de la telaraña
no viéramos el mundo en su punto crucial.
No quise ceder el hacha
ni explicar cual mi sufrir fue,
codicié saber de fortunas,
aspiré olvidar penitencias,
para al final sólo enseñarte
que una simple telaraña
me dio vida inmortal.
© francisco javier costa lópez
Muy buen blog! Te invito a visitar el mío!
ResponderEliminarwww.legosargentina.blogspot.com
Muchas gracias!
Tambien estamos en Facebook, hacete fan de Legos Argentina
Hola Polzic:
ResponderEliminarMuchas gracias por su alentador mensaje.
Su página, es ciertamente espectacular. No sabía que alrededor de estas figuritas existiera todo un mundo. Enhorabuena.
Saludos
francisco javier costa lópez
Hola Francisco Javier. Acabo de descubrir tu blog y me he parado en este excelente poema para dejarte mi huella y mi admiración.
ResponderEliminarTu blog me parece muy bien elaborado y con un contenido muy interesante. Volve´re a menudo a él.
En cuanto al poema me ha paecido excelente por el vocabulario tan rico que empleas, por el lirismo de tus versos y por el buen ritmo, pero a aparte has conseguido que lo leyera y releyera buscándole interpretaciones. Parecía que estuviera en una verdadera telaraña atrapado por tu poema.
Poemas como este me fascinan porque no son fáciles.
Mis felicitaciones y un afectuoso abrazo desde Barcelona
Joan
Querido Joan:
ResponderEliminarGracias por tu generoso mensaje y por los elogios, que inmerecidos, le haces a mi humilde versar. No obstante, vuelvo agradecer tus significativas palabras.
Saludos y un fuerte abrazo.
francisco javier costa lópez