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domingo, 8 de julio de 2018

Lista de Mis Cinco Mejores Películas de...

Musical Clásico



Cuando me propuse hacer este tipo de post, no consideré suficientemente la gran problemática, que para un amante del cine como yo, supondría la confección de una lista de películas agrupadas por temas o géneros, con la dificultad añadida de tener que escoger las cinco mejores, de esa lista. Pero aquí estoy, intentando, sobre todo ser honesto conmigo mismo (lo que hará que lo sea también con vosotros), y huir de pasiones que las tengo, y que por supuesto, ayudar no ayudan mucho... en estos cometidos...
Al referirme al Musical Clásico, trato de hacer una distinción con el tipo de musical que empezó a proliferar a finales de la década de los 60 del siglo pasado: la adaptación cinematográfica con historia o sin ella (documental), de vinilos aportados por grupos y artistas en boga por aquellos años, y de la que trataré de hacer un post más adelante.
El musical cinematográfico, es eminentemente americano y surge como un traspaso de las tablas de los escenarios de Broadway (Nueva York) a los platós, de la mano de los grandes compositores y delirantes bailarines y cantantes; pero aunque parezca lo contrario, no fue tarea fácil, pues encumbrarse en Broadway y llegar a la meca del cine, era quimérico entonces... al igual que ahora. Haciendo un poco de memoria, el cine y la música son deudores técnica y artísticamente de las grandes figuras, desde Cole Porter a Gershwin, desde Busby Berkeley a Rodgers & Hammerstein II, Glenn Miller o a Fred Astaire, Ginger Rogers o Debbie Reynolds y, sobre todo al gran Gene Kelly.
Cuando el crack de octubre de 1929, sumió a E.E.U.U. en una larga y cruda depresión financiera y social, la primera película sonora con el sonido sincronizado The Jazz Singer, llevaba justo dos años estrenada (octubre de 1927) y, sí, se trataba de un musical. Al principio, el musical, copiaba el formato teatral o vodevilesco, pero carecía de orden, y se resumía en una serie de canciones compuestas al efecto y con fuertes críticas al sistema político y capitalista, a los que hacían responsables de su cruento vivir. La atractiva aventura del cine musical, empezó a llamar a jóvenes talentos del lado de la composición, baile o canto, a los que Broadway, exprimía sin piedad y sin ofrecer nada a cambio. Muchos de los títulos, hoy míticos, se basan en los albores de este género, siendo la más representativa Cantando bajo la lluvia, y sin olvidar a unos jóvenes y principiantes y sobre todo pioneros, Mickey Rooney y Judy Garland, con títulos como Los hijos de la farándula, Armonías de juventud, Chicos de Broadway y El mago de Oz, con la Garland en solitario. 90 años justos han transcurrido desde que Al Jolson, nos cantara desde el fondo de una pantalla, hasta 2017, año de la exitosa La La Land
En definitiva, los musicales del cine, al igual que el resto de temas cinematográficos, tienen nutrido grupo de pesos pesados en su historial, y a ellos, hoy y siempre, dedico desde estas elementales reseñas, toda mi admiración.
Y a modo de colofón, mencionar (sin ordenación previa), alguno de los film que permanecen en nuestras retinas y en este caso, en nuestros oídos: Grease, Chicago, Cabaret, My fair lady, West side story, Los miserables, The rocky horror picture show, Gigi, El violinista en el tejado, Yentl, La calle 42, La bella y la bestia, Flashdance, Fiebre del sábado noche y tantas y tantas otras. En cuanto a sus participantes, a parte de los ya nombrados, John Travolta, Topol, Barbra Streisand, Louis Armstrong, Elvis Presley, Marilyn Monroe, Leonard Bernstein, Frederick Loewe...
Como siempre, decir, aunque sea reiterativo, que como digo al principio, no es ni fácil ni cómodo, explicar en la inmediatez de este blog, una historia que abarca 90 años. A parte, ya sabéis que existen también, multitud de web, que abordan esta temática y tienen exhaustivas listas de todo tipo de géneros y sucesos cinematográficos. Yo no busco eso y mi lista, seguro que provocará controversia, pero seguro que es más acertada que muchas otras, porque no está influida por nadie y no trata de copiar o repetir lo que todo el mundo ya conoce. 
Por último, en base a todo ello, el orden de presentación, es lo de menos.


Mis cinco mejores películas de Musical Clásico


Oliver! 



Esta película dirigida por Carol Reed en 1968, ganó 6 Oscar, entre ellos, mejor película, mejor director y mejor música. Tuvieron que pasar 34 años, hasta llegar a la cinta Chicago (2002), para que se repitiera esta coincidencia de premios. Interpretada por Oliver Reed (sobrino de Carol), Ron Moody y por un primerizo e infantil Mark Lester (que cumplió 9 años durante el rodaje), se trata de uno de los musicales más sólidos y mejor realizados de la historia del cine. Historia basada en la inmortal obra Oliver Twist de Charles Dickens.





Calificación:



Mary Poppins





Película dirigida en 1964 por Robert Stevenson, un habitual de la casa Disney, e interpretada por Julie Andrews y Dick van Dyke, que supuso un fenómeno de masas, dada su temática sencilla y sumamente atractiva, que los actores, llevaron a la perfección para crear el climax adecuado, aderezado por brillantes números musicales, en los cuales no faltó la coreografía, determinante en muchos de sus pasajes. Película familiar, que me conozco de memoria, incluidas todas las melodías, que como revulsivo, fueron dobladas y cantadas en español, con gran maestría. Premiada con 5 Oscar.







Calificación:




Cantando bajo la lluvia





Película dirigida en 1952 por Stanley Donen y Gene Kelly, que supuso su segunda colaboración, después de Un día en Nueva York (1949) y que supone un punto de inflexión en la historia del cine. Trío de actores comandado por el propio Kelly, Donald O'Connor y Debbie Reynolds, que nos cuentan un relato de cine dentro del cine, y que es como una visión del propio arranque del cine sonoro. Para muchos el mejor musical, y una de las grandes películas de todos los tiempos. Razones no le faltan.







Calificación:


Sonrisas y lágrimas



Dirigida en 1965 por Robert Wise, Julie Andrews, vuelve a repetir un año después de Mary Poppins, un papel construido a su medida. Basada en la historia novelada y musicalizada de la familia von Trapp, según el libro de María von Trapp, La historia de los cantantes de la familia Trapp. Con anterioridad a la realización de la película, fue un musical de Broadway, que se estrenó a finales de 1959, alcanzando 1443 representaciones. Se da la triste circunstancia, de ser la última colaboración entre Richard Rodgers y Oscar Hammerstein II, pues este último, falleció 9 meses después de su estreno. Completan el elenco, un correcto Christopher Plummer y una bellísima Eleanor Parker, entre los idílicos paisajes suizos y unas agradables y pegadizas canciones. Fue galardonada con 5 Oscar.





Calificación:




En 1961, Robert Wise en colaboración con Jerome Robbins (autor también de parte del guión) y el gran Leonard Berstein, acometieron esta intensísima producción, que actualiza el mito de Romeo y Julieta, trasladándolo a las calles neoyorquinas del West Side, donde las bandas latinas, rivalizan con las anglosajonas, por la hegemonía en el barrio y el dominio del sexo opuesto. Brillante música, letra y coreografía, realizada en escenarios imposibles, pero sacados mágicamente del entorno en donde suceden. Preciosa Natalie Wood, una enérgica Rita Moreno y un superior George Chakiris, realzan este film, ícono indiscutible del género y de dos épocas: la dorada del cine y la más carismática, sobre la vida del citado barrio. Una de las películas más oscarizadas de la historia del cine, con 10 estatuillas.




Calificación:





© francisco javier costa lópez (textos)

domingo, 13 de agosto de 2017

Lista de Mis Cinco Mejores Películas de...

Western


No creo que nadie por muy erudito que sea en el mundo del cine, pueda elaborar una lista ecuánime de películas, temas, actores, etc., porque siempre faltarían algunas para él y para otros habría que cambiarlas todas. No obstante, bajo la premisa de que hay gustos para todo, cada uno puede jerarquizar sus preferencias, y éstas, siempre merecerán todos los respetos del resto de cinéfilos. Dicho lo dicho, estamos ante un género suficientemente consolidado en el espacio fílmico, y decisivo en la historia del cine, pues en 1903 el cineasta Edwin S. Porter, colaborador en el estudio de Thomas Alva Edison, realizó el primer western del cine como narrativa en imágenes, siendo también a su vez, el primer montador de imágenes tomadas en diferentes localizaciones y en diferentes momentos, paso fundamental (el montaje), en la consecución de una historia coherente. La película se tituló The Great Train Robbery (Asalto y robo al tren), tenía una duración aproximada de 10 minutos y constituyó un gran éxito de público y crítica, lo que contribuyó a la rápida proliferación de nickelodeones, pequeñas salas de proyección cinematográfica, en todo el territorio de EEUU.
Me he fijado un tope de cinco películas porque aunque lo hubiera hecho con 10 ó 20, mi problema de elección se habría multiplicado por 3 ó 4 y tampoco solucionaría lo que a todas luces no ofrece posibilidad de continuidad, mejora o acierto fidedigno.
Cuando se nombra la palabra Western, a todos los cinéfilos nos viene inmediatamente (o, por lo menos a mi me pasa) a la mente dos nombres John Ford y John Wayne, ambos artífices de los momentos más memorables del cine del oeste.
Ford había comenzado en 1917 a narrar historias (mudas) ambientadas en el oeste, con el carismático Harry Carey de protagonista, filmando más de 35 películas dedicadas a este tema, donde la mayoría son de una gran calidad. En cuanto a Wayne, conocido en el mundo del cine como The Duke (El Duque), había comenzado precisamente en el western en 1926, protagonizando como secundario, una película titulada El Asalto al Tren Expreso (una coincidencia casi exacta con el nombre del primer western de la historia antes nombrado) y, ya, su carrera fue una sucesión de buenos personajes en los cuales dejo su impronta para la eternidad.
Pero no tenemos que olvidar a otros clásicos y excelentes directores y actores: Fred Zinnemann, Gary Cooper, Anthony Mann, James Stewart, Howard Hawks, Kirk Douglas, Michael Curtiz, Errol Flynn y una casi infinita pléyade de estrellas.
En cuanto a títulos, son tantos y tan buenos que se hace imposible nombrarlos a todos: Río Lobo, El Dorado, El Último Tren a Gun Hill, El Árbol del Ahorcado, Por Un Puñado de Dólares, El Jinete Pálido y las más modernas Silverado, Tombstone: La Leyenda de Wyatt Earp o El Tren de las 3:10.

Mis Cinco Mejores Películas de Western





Para mi, el mejor western y una de las mejores películas de la historia del cine.
La búsqueda de una muchacha raptada por los indios, se convierte también en la búsqueda de la propia identidad, de la reflexiva cuestión de plantearnos quienes somos y porque actuamos como lo hacemos, en definitiva, de cómo vivimos. A veces es doloroso y nos obliga a perdonarnos a nosotros mismos, por un sencillo y a la postre humano motivo: alcanzar la madurez.
Por otro lado John Ford, está presente en cada fotograma para impregnarlo de su singular visión cinematográfica, a parte de darnos un buen paseo por Monument Valley, una de sus grandes pasiones.
John Wayne está magnífico, al igual que el joven Jeffrey Hunter. Jamás olvidaré el alarde fordiano con que termina la película: cámara situada dentro de la casa y a contraluz, John Wayne, enmarcado por el dintel de una puerta, se va alejando, mientras la puerta se cierra dejando la pantalla en negro. El The End más logrado de la historia del cine.
Magistral de principio a fin.



Calificación:





Intentar descubrir a estas alturas a Clint Eastwood, por decir algo, no es serio, por ello, daré solo unas pinceladas con motivo de este singular pero magnifico western.
Iniciado en el spaghetti western, de la mano de su mentor Sergio Leone, con el que realizó 3 grandes western, supuso su lanzamiento al estrellato, que unido a su talento interpretativo le aupó rápidamente a ser disputado por directores "más afamados". Poseedor de un carismático porte y un frío control de los personajes, estas cualidades, le posibilitaron la creación de implacables tipos, como Harry Callahan, antes de dar el salto tras las cámaras, cuestión esta, por la que todos los aficionados le estamos muy agradecidos. Eastwood, pulió sus personajes de oeste de antaño, sin desposeerlos de su interés, basado en una ambigüedad casi kafkiana: un asesino que hace el bien. En efecto, el forastero de Infierno de Cobardes, Josey Wales de El Fuera de la Ley, el predicador de El Jinete Pálido o William Munny de esta excelente Sin Perdón, pertenecen a la misma tipología personal y sentimental, sin alma, pero razonablemente bueno y frío calculador, para llevar a cabo sus designios, que tanto gusta al público y, que a menos que te descuides, te atrapa y no te deja ni rechistar.
Sin Perdón es, un brillante cierre a una tetralogía incuestionable.
Magnifica aportación de actores, con una ambientación y puesta en escena impecable, y otro gran final, como corresponde a los grandes maestros.



Calificación:





Una película sobre los códigos ético, de honor y humano, que inunda la pantalla con personajes que en su disparidad, crean una trama cuya verosimilitud asombra a medida que el film avanza. Contada como un relato del abogado encarnado por James Stewart, tiene momentos memorables logrados por la implicación de sus protagonistas. John Ford, volvió a las andadas, con otro western para la posteridad, repleto, si se me permite la expresión, de misticismo, y un claro objetivo: la muerte del forajido Liberty Valance, es a su vez, la muerte del viejo oeste.



Calificación:




Solo Ante el Peligro, es punto y aparte. Fred Zinnemann, logra crear con un solo personaje una tensión que transmite al espectador, a cada segundo de una "interminable" espera. Will Kane es un sheriff de un pequeño pueblo del oeste americano, amenazado por un asesino al que él mandó a la cárcel, y que tras su puesta en libertad, ha jurado venganza.
Nadie en el pueblo le ayudará y hay un tren que trae al asesino, para matarlo.
Los momentos de espera y tensión, no son solo eso, son los que encumbran al héroe, al hombre atrapado entre su responsabilidad y su temor a que su mundo se desplome (él está recién casado con Amy, su joven esposa interpretada por Grace Kelly), pero el bien debe de prevalecer, no para satisfacción del público, sino como medio de preservar a la humanidad de los avatares que la amenazan.
Gary Cooper, el larguirucho como era conocido entre sus amigos, borda un personaje sobrio a la vez que elegante, como a él le gustaba que le viera su público. A partir de esta película, los hombres de bien que quedan "colgaos" por sus propios vecinos, fueron en aumento en la filmografía no solo del western, sino incluso en el campo de la ciencia ficción, que se permitió el lujo de rehacerla en la correcta Atmósfera 0, con protagonismo de otro grande, Sean Connery.



Calificación:




Cuando dos actores de la talla de Kirk Douglas y Anthony Quinn se enfrentan ante las cámaras y del otro lado esta un artesano de la imagen como es John Sturges, autor entre otras de las inspiradas Conspiración de Silencio, Duelo de Titanes, Los 7 Magníficos o La Gran Evasión, por nombrar algunas de su amplio catálogo de realizaciones, solo podemos esperar un film lo suficientemente sólido y eficaz, para lograr que la historia logre ser veraz. Analizándola planamente, la trama es sencilla: Matt Morgan (Kirk Douglas) es un sheriff y Craig Belden (Anthony Quinn), son dos viejos amigos, cuyas vidas vuelven a cruzarse, por el trágico asesinato de la mujer del sheriff a manos del hijo de Craig y sus amigos. Matt jura llevar a los asesinos ante la ley, con la oposición de Craig. También hay un tren (como casi todas las películas del western que se precien) y también hay una hora, las 21:00, y una lucha contra el reloj, donde cada uno jugará sus bazas. 
La actuación de Kirk Douglas, de un hombre abatido por la tragedia y defensor de la ley y la justicia, hasta el punto de no maltratar a quien poco antes ha matado brutalmente a su esposa, es soberbia: su mirada sombría y triste, es a la vez una confesión de su dolor interno y la llama que mantiene firme en su mano la escopeta de dos cañones con que apunta al homicida. En el otro lado, Anthony Quinn, nos muestra su desesperación ante el grave crimen de su hijo, su sentido de protección paterno y el quebrantamiento de la justicia que esto le supone. Tour de force de dos de los grandes de Hollywood, con un final de antología, que ya es un clásico.



Calificación:



© francisco javier costa lópez