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domingo, 1 de junio de 2008

To kill a mockingbird (Matar a un ruiseñor). Crítica de Cine

Harper Lee y su Magnífico Ruiseñor...



Harper Lee, autora de esta elocuente novela.





Si nos situamos en el pequeño pueblo de Monroeville, ubicado en el Estado Norteamericano de Alabama, hacia la mitad de siglo pasado, justo en el momento en que un negro, es acusado de violación, por una mujer blanca, nos habremos posicionado en un temible ojo de huracán. Con este «leif motiv», la escritora Harper Lee (1926), nacida en la localidad, donde ella misma sitúa los hechos (Monroeville), construye en 1960, una historia conocida por «Matar un ruiseñor», única obra como escritora, que le valió en 1961, el Premio Pulitzer. Lee, abogada e hija de abogado, escribió esta novela, alejada de los tumultos de un sur, que vivía densos años, entre grandes revueltas blancas, reivindicaciones negras, magnicidios, como el de Martin Luther King, y la abolición de la segregación legal, y lo hizo en Nueva York, donde residió bastante tiempo. Esta novela, se acerca en varios aspectos, a parte de la biografía de la propia autora: el personaje central Aticus Finch, es abogado, y su apellido, era el apellido de soltera de su abuela; la niña (hija de Aticus, fotografía pequeña) tiene rasgos de su infancia, y un amigo de ella en la película, está sacado de las largas conversaciones que mantuvo con su amigo Truman Capote, que a su vez, le leía cuentos.

Sólo un año más tarde de la obtención del Pulitzer, Robert Mulligan, decide llevar la novela a la gran pantalla, un corto espacio de tiempo (2 años entre publicación y estreno del film), que demuestra el gran interés por estos temas, de una sociedad cambiante, es más, de una sociedad que quería olvidar un pasado vergonzoso, para empezar a saldar viejas y dolorosas deudas.



Gregory Peck, nos ofrece una magnifica actuación
del abogado Aticus Finch.

  • Mulligan, escogió para su película a un actor, polivalente, de gran porte y elegancia tanto personal como artística e interpretativa: Gregory Peck, que no falló a las expectativas del director, ofreciendo una de sus mejores interpretaciones (quizás la mejor), recompensada por el Oscar al mejor actor, aparte de otros dos a la dirección artística y al mejor guión adaptado.


Robert Duvall, debutó en la gran pantalla, con un pequeño
pero importante papel dramático en esta película, que lo lanzó
al estrellato.
La película, fue un rotundo éxito, como lo fue la novela, a la cual sigue casi testimonialmente, y supuso el debut cinematográfico de un gran actor a la postre: Robert Duvall, que interpreta un pequeño, importante y difícil papel, en la trama. Mulligan, y todo el elenco de actores, destacando los magníficos niños en sus interpretaciones, se lucen, en una película, que siendo un drama, se nos da como un expectorante, un bálsamo suave y reconfortante, eso sí, con fuertes momentos, como les ocurre a los enfermos de tos. La historia, discurre tranquila, como si no hubiera prisa por contarla, deteniéndose en pequeños detalles, que lejos de aburrir, colaboran a sospechar, que la calma, no es calma, y que la gente vive demasiado ociosa (a veces), lo que presupone aburrimiento, nerviosismo y una clara motivación a apuntarse a aventuras (por llamarlo de alguna forma elegante) más peligrosas.


  • En definitiva, si usted gusta de un cine de calidad, donde se sumerja con credibilidad en una atractiva historia, donde le aguardan grandes momentos, y donde el desenlace, le dejará sumido en la reflexión, no se pierda esta interesantísima «Matar un ruiseñor», obra maestra del séptimo arte.


© francisco javier costa lópez

Calificación:

Robert Mulligan. The kill a mockingbird (Matar a un ruiseñor). 1962. Afiches

Dejemos a los Ruiseñores volar...



Cartel anunciador de esta película que data de 1962





Una escena de esta gran película.