La Música del Espíritu...
Regia, de una factura celestial, su 4º movimiento
Adagietto, es en sí misma una pieza de una belleza extrema, que hace sentir que
el alma se conmociona, quiere expandirse, explotar como supernova que quisiera
invadir todo lo que rodea, contagiar el mundo de un éxtasis, que pocas veces se
logra con este grado de emoción. Para quien no la haya oído (nadie, creo), o
vaya a repasarla ahora, un consejo: aislarse lo máximo del contexto que en ese
momento nos rodeé, y disponerse a soportar una presión emocional, al conocer,
al sentir algo tan sumamente bello y perfecto, que parece no tener o no querer
tener cabida en este mundo. ("Aquel que ha contemplado la belleza, está
condenado a seducirla o morir"). Mención aparte para la película "Muerte en Venecia"
del gran Luchino
Visconti, que adapta una novela de Thomas Mann, basada
vagamente en determinados pasajes de la vida del propio Gustav Mahler.
© francisco javier costa lópez
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