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domingo, 19 de noviembre de 2017

John Everett Millais. Prerrafaelismo. Ofelia (Ophelia). 1852. Miremos el Arte

El Perfeccionismo en el Pincel...




John Everett Millais (Autorretrato. 1881)

REY.- ¿Qué sucede ahora, hermosa Reina?

REINA.- Una desgracia va siempre pisando sobre los talones de otra, siguiéndola rápidamente. Laertes, tu hermana se ahogó.

LAERTES.- ¿Ahogada? ¡Oh! ¿En dónde?
REINA.- Donde hay un sauce que crece a las orillas del arroyo, reflejando en las ondas cristalinas la imagen de sus hojas pálidas. Allá se dirigió, fantásticamente coronada de flores silvestres, violetas, margaritas y grandes flores púrpuras a las que los indecentes labradores les dan un grosero nombre, y las modestas doncellas las llaman dedos de muerto (Se refiere a un tipo de orquideas). En cuanto llegó, se quitó la corona y quería colgarla de las pendientes ramas, cuando se tronchó un envidioso brote, y ella cayó al torrente fatal con todo y sus rústicos adornos. Sus ropas, huecas y extendidas, la llevaron un rato sobre las aguas, semejante a una sirena, en tanto iba cantando pedazos de canciones antiguas, como ignorante de su desgracia, o como criada y nacida en aquel elemento. Pero no era posible mantenerse así por mucho tiempo, porque sus vestiduras, pesadas por el agua que absorbían, sumergieron a la infeliz, silenciando su melodioso canto con la muerte.
LAERTES.- ¡Ay! Entonces se ahogó.
REINA.- Sí, se ahogó, se ahogó.
LAERTES.- Pobre Ofelia, tenías demasiada agua, para aumentarla de este modo con mis lágrimas. Pero aunque es nuestra forma natural de lamentarnos, luego que este llanto se vierta, nada quedará en mí de femenil. Adiós, mi señor. Mis palabras de fuego arderían en llamas si no fueran apagadas por este imprudente llanto. (Sale).




  • Hamlet. Entresacado del Acto IV. Escena VII. William Shakespeare.Considerada una de las descripciones de la muerte, más poéticas de la literatura universal.


Ophelia (1852) John Everett Millais

Ophelia. Detalle


A mitad de la década de 1850, la pintura en Inglaterra estaba estancada y no encontraba los métodos de un cambio que supusiera un relanzamiento de ideas y tratamientos. El uso reiterado de elementos, formas y postulados del manierismo (movimiento artístico de finales del siglo XVI), hizo que un grupo de artistas, sobre todo pintores y poetas, se unieran para defender un criterio artístico que se concretó en la creación de un grupo que se denominó prerrafaelistas. Obvio es decir, que este apelativo corresponde al interés del grupo a volver a los cánones más precisos, luminosos y realistas del arte previo al gran Rafael Sanzio de Urbino, conocido simplemente como Rafael. En 1848, el pintor John Everett Millais (1829-1886), el pintor y poeta Dante Gabriel Rossetti (1820-1882) y el pintor William Holman Hunt (1827-1910), fundaron la Hermandad Prerrafaelita, que aunque no contó con muchos adeptos y apoyos de la crítica, si aportaron obras de indudable calidad, con una factura de realismo, luz y color apabullantes. Sus temas y personajes, escogidos entre los clásicos, eran mayoritariamente ficticios, pero "retratados" con una solvencia inaudita. Y cuando se trataba de personajes reales, la fusión entre retrato y realidad era extraordinaria. Decir, que creo firmemente en que la sinceridad del artista creativo, en cualquiera de las disciplinas artísticas, lo es todo, y este punto era el primero en la declaración de intenciones de esta hermandad, que aparte pedía a quien quisiera seguirlos, un tratamiento respetuoso de la naturaleza, la inclusión de la máxima belleza femenina, la búsqueda de la perfección en la elaboración de sus obras y, olvidar lo aprendido, lo académico para esforzarse en la creación de la realidad, aunque esta tuviera que inventar personajes y situaciones, pero dentro de un ambiente donde nada quedara al azar o fuera tratado con ligereza y desconocimiento de su propio contexto. Casi cien años después, los prerrafaelistas y sus perfectas obras, empezaron a ser reconocidas por la crítica, artistas y público, siendo ahora motivo de homenajes y reivindicaciones de su primoroso arte. Uno de estos homenajes, quizás, según mi criterio, el mejor de ellos, se encuentra en el comienzo de la película Melancolía, del director danés Lars von Trier, en una secuencia impactante, conseguida gracias a la tecnología actual que permite grabar imágenes en alta definición y ultra cámara lenta.



La actriz Kirsten Dunst, en la película Melancolía, en clara referencia a la pintura de Millais



Dante Gabriel Rossetti, pintado por George Frederic Watts (1871)



El Santo Grial (1860) una perfeccionista obra de Rossetti


William Holman Hunt (Autorretrato. 1867).
Nótese la extrema pulcritud de los detalles



La consciencia del despertar (1853), preciosista pintura de Hunt


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