Conserva tu Alma...
Cortesía de Pixabay |
Ren
Se nos viene la noche
que pronto madurará silencios,
cargada de caireles y
ropaje fino,
a la vieja usanza zahorí,
buscando nombres
entre sus fieles.
Contesta la lluvia
con su repicar de gotas,
el aire, con
un trotar de hojarascas
y el búho, desgajando
una desnutrida corteza.
Más allá de las colinas rojas,
en la tierra de las columnas de fuego,
se oye el eco de una voz....
... lamento del ángel caído,
hombre vencido y olvidado
al que sólo le queda...
... el Ren de su alma.
© francisco Javier costa lópez
Se nos viene la noche
ResponderEliminarque pronto madurará silencios,
cargada de caireles y
ropaje fino,
a la vieja usanza zahorí,
buscando nombres
entre sus fieles.
Contesta la lluvia
con su repicar de gotas,
el aire, con
un trotar de hojarascas
y el búho, desgajando
una desnutrida corteza.
Más allá de las colinas rojas,
en la tierra de las columnas de fuego,
se oye el eco de una voz....
... lamento del ángel caído,
hombre vencido y olvidado
al que sólo le queda...
... el ren de su alma.
Estupendo poema Francisco, cargado de un simbolismo que algunos han de preferir no entender.
Un cordial saludo, estimado amigo.
Querido Néstor, amigo, me alegra que te guste, y coincido, muchos, al leerlo, preferirán no entender.
ResponderEliminarSaludos